HÉRCULES Y LOS ESTABLOS DE AUGÍAS. QUINTO TRABAJO
El quinto trabajo de Hércules iba a poner a prueba los
límites de su dignidad. Euristeo, consciente de que el héroe, debido a su
fuerza y sabiduría, iba resolviendo cuantos retos le iba encomendando, quiso
humillarle con una tarea indigna y repugnante.
Augías, que había sido uno de los argonautas que había
viajado con el gran Jasón, tenía el beneplácito de los dioses y su ganado no
sufría nunca enfermedades. Sus innumerables cabezas, entre las que descollaban frescos alrededores del establo del rey de la Élide. Todo el ganado estaba
además para, que de por si no era digna de un hijo directo de Zeus, se le
presentaba tan repugnante como irreal protegido por doce toros
negros de patas blancas y doscientos sementales rojos, pacían a sus anchas por
las descomunales tierras que los toros plateados, defendían de fieras y ladrones.
Pero no era arrebatar a Augías alguno de estos excepcionales animales lo que le ordenó el caprichoso Euristeo a Hércules, sino limpiar los establos en un solo día. Esta tarea era irrealizable, pues el estiércol de los establos llevaba años sin recogerse y las heces se esparcían por los campos colindantes, propagando un nauseabundo hedor que protegía el lugar con tanta o mayor eficacia que cualquier toro bravo.
Hércules aceptó el reto y, tragándose su orgullo, se
dirigió sin remilgos a realizar un trabajo tan impropio de él, como si se
tratara del más servil de los esclavos. No le fue muy difícil encontrar la
ubicación de los establos, porque la pestilencia que los envolvía era como una
mancha de suciedad que señalara su ubicación en un mapa.
Fue gracias al consejo de Menedemo, que conocía la
región, y con la ayuda de su sobrino Yolao, fiel escudero y de siempre vivo
ingenio, que Hércules pudo alcanzar el éxito sin necesidad de recoger una sola
pala de excrementos, o manchar sus fuertes manos, acostumbradas a tensar el
arco y arrojar con fuerza la lanza. Abrieron sendas brechas en las paredes del
establo y el héroe desvió el curso del rio que limpio todo el estiercol del lugar completando hercules su trabajo .
SITUACION ; museo del prado
AUTOR : Francisco Zurbaran
NOMBRE : Hercules desvia el curso del rio Alfeo
ESTILO : Barroco
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